El Vaticano se encuentra inmerso en un solemne homenaje al Papa Francisco, quien falleció a los 88 años. La Basílica de San Pedro se ha convertido en el epicentro de las ceremonias fúnebres, donde el cuerpo del Sumo Pontífice reposa en capilla ardiente, permitiendo a los fieles rendirle tributo.
El ataúd del Papa Francisco, elaborado en madera y zinc, permanecerá abierto para la veneración pública hasta el viernes 25 de abril. Al día siguiente, sábado 26 de abril, se llevará a cabo el sepelio, marcando un hecho histórico: será el primer entierro de un Papa fuera del Vaticano desde León XIII en 1903.
La misa funeral, programada para las 10:00 hora local (08:00 GMT), se celebrará en la Plaza de San Pedro, el mismo lugar donde Francisco realizó su última aparición pública durante el Domingo de Resurrección. Tras la ceremonia, el público podrá visitar la tumba del Papa a partir del domingo 27 de abril en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, según anunció el Vaticano.
Se espera que miles de fieles de todo el mundo acudan a Roma para despedir al líder religioso, así como jefes de Estado y monarcas. Entre las figuras políticas que han confirmado su asistencia se encuentran el presidente estadounidense, Donald Trump, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
La despedida del Papa Francisco representa un momento de duelo global, donde millones de personas recuerdan su legado y su mensaje de humildad y servicio.