María Miranda es una mujer orgullosa de sus raíces indígenas.
En los últimos 50 años se ha dedicado a enseñar en valor de la cultura y las tradiciones, como una manera de agradecer y honrar a sus ancestros.
A través de la danza y la meditación, María, o Miss María, como le dicen cariñosamente sus alumnos, les enseña la conexión que existe entre el cuerpo, la mente y el espíritu, destacando que formamos parte de un todo.
Esta es su historia…
Dpm: María, cuéntenos un poco sobre sus orígenes.
MM: Nací en San Juan, Texas. Al igual que mis hermanos, nací en territorio estadounidense por decisión de mis padres. Sin embargo, viajábamos con frecuencia a México para visitar a mis abuelos y demás parientes.
Mis padres se dedicaban a trabajar la tierra y, a pesar de esto, se permitieron poder ahorrar para brindarnos toda la estabilidad que necesitábamos. Teníamos casa en el pueblo, casa en el campo, e incluso llegamos a abrir un restaurante. Todo esto gracias al trabajo duro y al esfuerzo que hacíamos en conjunto, como una familia unida. En total fuimos 9 hermanos, y digo fuimos porque ya algunos han fallecido.
A pesar de haber nacido en Estados Unidos, por mis venas corre la sangre indígena, y mis orígenes familiares son de Guanajuato.
Dpm: ¿Cuál fue el legado que le dejaron sus padres?
MM: Mis padres siempre nos decían a mis hermanos y a mí que la educación era lo más importante y que era algo que realmente nadie podía quitarnos.
Aunque mi padre no fue a la escuela y mi madre solo llegó a tercer grado, hicieron lo posible para que nosotros no abandonáramos los estudios.
Además, nos enseñaron a caminar con orgullo por lo que hacíamos ya que el valor de cualquier trabajo es digno.
Siempre recuerdo eso de mis padres y lo aplico en mi vida y lo enseño en las personas de mi entorno.
Dpm: ¿En qué momento de su vida decide dedicarse a la danza?
MM: Empecé a danzar cuando tenía 19 años, así que tengo poco más de 50 años dedicándome a esto.
Todo comenzó en la universidad, donde tomé estudios nativos americanos. Allí aprendí a conectar con mis raíces y a conectar con mi espiritualidad. También descubrí que la danza es mucho más que bailar o que usar un vestuario, es una manera de conectar el cuerpo con la mente y el alma.
Gran parte de lo que aprendí fue gracias a mi primera maestra de danza, señora Angelberta Cobb y el maestro Yescas.
En mi paso por la universidad tomé diferentes clases, como la danza azteca, estudios tradicionales, historia de los pueblos indígenas y, además aprendí a hacer las calaveritas de azúcar y a hacer el primer altar para los danzantes.
Fue una experiencia que me enseñó a darle valor a todo aquello que nos dejaron nuestros ancestros, por eso día a día trabajo para honrarlos.
Dpm: ¿Cómo ha sido su experiencia en su formación chichimecca/otomí?
MM: Soy una de las primeras mujeres a las que se les otorgó el título de Temachtiani (Capitana), por un Consejo de Ancianos de la tradición mexica en México.
Desde que inicié en la danza he ayudado a mantener y cuidar las ceremonias mexicas más antiguas de los Estados Unidos. Éstas fueron iniciadas en Sacramento por la RCAF y la comunidad Xicano y ahora se han extendido por todo Estados Unidos. De hecho, nunca pensé que la danza se haría tan grande e importante en este país
Las tradiciones incluyen el Día de muertos; Xilonen/Derechos de Paso mujeres jóvenes; Colores/Xipe/Niños/Primavera, en las que han participado jóvenes indígenas de las Américas. En estas ceremonias también han participado miles de niños y adultos de todos los ámbitos de la vida en todo Estados Unidos.
Mi pasión es enseñar danza azteca-chichimeca y atención plena de forma gratuita a jóvenes en el área Del Paso Heights en el norte de Sacramento y los condados circundantes.
Dpm: ¿Cuál es el nombre de su agrupación de danza?
MM: Mi kalpulli se llama Maquilli Tonatiuh Aztec Dancers. Allí me dedico a enseñarle a la gente joven lo importante de las tradiciones y de la disciplina, además los enseño a amar lo que los ancestros nos dejaron y a honrar su memoria.
Trabajamos además de la danza el arte de la meditación, la cual ayuda contra la ansiedad, a controlar el estrés y a mantener la mente en armonía.
Kalpulli Maquilli Tonatiuh es el grupo de Danza más viejo en el Norte de Sacramento.
Dpm: ¿Cuál es una de sus tradiciones favoritas?
MM: Para mí todas tienen un valor altísimo, pero una de las que me parecen más bonitas es el Xilonen, lo que ahora se conoce como la ceremonia de quinceañeras.
A lo largo de un año trabajamos con las jovencitas para empoderarlas de diferentes formas, haciendo un trabajo que incluye pláticas con otras mujeres; asesoramiento en temas como la salud mental, protección a víctimas de violencia o tráfico de personas; poesía; entre otros.
También les enseñamos la importancia de aprender a valerse por sí mismas, sin depender de otra persona para salir adelante, la importancia de formarse académicamente, para elegir algo que las haga crecer. La sabiduría es importante por eso les inculcamos el poder del conocimiento.
Otro aspecto que tratamos con las jóvenes es enseñarles la importancia de la belleza interior porque esa es la que dura para toda la vida.
Dpm: ¿Tiene una anécdota de su vida en la danza que recuerde claramente?
MM: Hace muchos años, en mi época de universitaria, fuimos a danzar ante la Virgen de Guadalupe aquí en Sacramento. Cómo nos sacaron de la iglesia, empezamos a danzar al frente, defendiendo nuestro derecho a la manifestación de la cultura. Al final terminamos danzando en un parque para evitarnos problemas.
Ahora todo es tan diferente y eso es gracias a que se han rescatado las tradiciones. He trabajado arduamente para recuperar y revitalizar el conocimiento tradicional no sólo para mi pueblo, sino también para todas las personas que deseen aprender de la historia indígena.
En mi trayectoria he sido mentora de cientos de personas de todas las edades, etnias y religiones durante tiempos difíciles y momentos alegres.
Dpm: ¿Hay alguna persona por la que sienta un profundo agradecimiento?
MM: Primero que todo tengo mucho que agradecer al dador de la vida por las bendiciones y por la belleza de sabiduría que nos ha dejado.
También agradezco a todos los maestros que he tenido en mi vida, de quienes he aprendido cosas maravillosas, en especial a mi primera maestra Angelberta Cobb y el Maestro Yescas.
Igualmente quiero dar las gracias a todos los miembros de mi Kalpulli Maquilli Tonatiuh por todo su amor y trabajo para ayudar en mantener nuestras hermosas tradiciones.
Por supuesto no puedo hacer a un lado a mi maravillosa familia, a mis tres hijos y a mis bellos nietos que siempre me llenan de dicha y felicidad.
Dpm: ¿Qué le gusta hacer en sus tiempos libres?
MM: Me gusta hacer muchas cosas, pero especialmente leer y estudiar ya que eso ayuda a que me mantenga activa y a que mi memoria esté ágil y fuerte.
También me gusta hacer artesanías, cuidar de mis plantas, estudiar la energía de las piedras como el lapislázuli o la obsidiana.
Dpm: ¿Cómo es el ritmo de su día a día?
MM: Lo primero que hago al despertar es mi meditación. Es algo que no dejo pasar nunca porque considero que es el momento que tengo para estar conmigo misma.
Luego hago algunos ejercicios para el movimiento de la energía que me ayudan a mantenerme en balance.
Los lunes y martes me dedico a cuidar de mi nieta y del ahijado de una de mis hijas, que también es parte de mi familia. Aprovecho para jugar con ellos, enseñarles de arte, labores del jardín y mucho más.
De miércoles a viernes cumplo con los contratos que tenga por atender y los martes y jueves dicto mis clases de danza y de meditación.
Los fines de semana suelo o estar en eventos y ceremonias o dedicándole tiempo a mi familia.
Aunque me encanta que mi vida sea tan activa, me gusta estar en casa para descansar.
Dpm: ¿Qué mensaje le dejaría a nuestros lectores?
MM: Es importante que cada quien busque la paz, pero no en otra persona o lugar, sino dentro de sí mismos.
También les digo que día a día hagan lo necesario para estar en calma, para cuidar el bienestar y la salud. Aliméntense bien, descansen bien, manténganse hidratados y cuidemos de nuestro cuerpo como si fuera un templo.
Conecten con la Madre Tierra y aprendamos a escuchar el llamado de nuestros ancestros. Todos juntos como hermanos, podemos preservar la cultura y las tradiciones para que sean el legado que dejemos a las próximas generaciones.
Dpm: Compártanos sus redes sociales y puntos de contacto para quienes deseen conectarse con usted y su grupo de danza.
MM: Estamos basados en el Norte de Sacramento y cubrimos las áreas de Natomas, Gardenland y Del Pasó Heights.
Pueden encontrarnos en Facebook a través de nuestra página Maquilli Tonatiuh Sacramento California.
Muchísimas gracias, María, por compartir parte de su historia con nosotros. Le deseamos éxitos en cada uno de sus proyectos…